El presidente Felipe Calderón anunció este jueves que entregará al Congreso una propuesta de decreto para cambiar el nombre del país de Estados Unidos Mexicanos a México, considerando que ya no tiene relevancia enfatizar el régimen federal ni imitar a Estados Unidos de América.
El nombre “fue producto de una circunstancia que no existe más. México no necesita un nombre que emule a otro país y que ninguno de nosotros los mexicanos usa cotidianamente”, aseguró Felipe Calderón, quien dejará el poder en nueve días.
“México es el nombre que corresponde a la esencia de nuestra nación. El nombre de México es México”, añadió.
La propuesta, que modificaría el nombre del país en todos los documentos oficiales, fue firmada en la residencia oficial de Los Pinos por Calderón, acompañado del secretario de Gobernación, Alejandro Poiré.
“Si bien (la propuesta) no tiene el sentido de urgencia de otras reformas… sí tiene relevancia importante de tal manera que es mi consideración que debe ponerse a consideración del Congreso”, dijo.
El mandatario dijo que el tema es “un asunto de la mayor importancia”, argumentando que “el nombre de un país expresa una relación simbólica con todo aquello que designa”, incluyendo la gente, la cultura y “sobre todo” su identidad.
El nombre México remite a las raíces indígenas de los mexicanos y está plasmado en documentos que datan del siglo XVI, como el Códice Mendocino, recordó Calderón.
La designación de Estados Unidos Mexicanos ocurrió en el siglo XIX, después de la independencia del país, cuando el congreso de ese momento definía un modelo político y quería que éste quedara plasmado en el nombre de la nación. Los legisladores eligieron ese nombre emulando el modelo de Estados Unidos de América, considerado el más avanzado hasta ese momento.
“Ese nombre ha cumplido su objetivo. México es indefectiblemente una federación”, aseguró Calderón este jueves. “El nombre de nuestro país ya no tiene por qué seguir emulando a otras naciones como lo hizo en el siglo XIX por las razones consideradas por el constituyente de entonces”.
Calderón destacó que la iniciativa entra en el ejercicio de sus atribuciones como presidente, un cargo que entregará el próximo 1 de diciembre al presidente electo Enrique Peña Nieto.
En la fase final de su gobierno, Calderón aprovechó el inicio de la nueva legislatura para enviar iniciativas de reforma que deben ser analizadas de manera preferente, según la normatividad mexicana.
Dos proyectos anteriores de Calderón que ya fueron aprobados son la reforma a la ley laboral y la ley contra el lavado de dinero.