Dajabón. Tras la tensión provocada por un conflicto entre militares dominicanos y manifestantes haitianos, el ambiente que se vive en la frontera norte de la República Dominicana con Haití es de total calma.
Y es que al cumplirse 57 días de que el Gobierno dominicano decidiera cerrar por aire, mar y tierra la frontera con la vecina nación, ante el rechazo a la construcción de un canal de riego, el sector comercial se ha visto afectado por el mercado binacional, que no ha podido operar, debido a la negativa de las autoridades haitianas abrir su portón, como represalia, por entender que se hizo de manera unilateral.
Del lado haitiano, la zona fue reforzada con agentes de la Policía Fronteriza denominada Polifront, agentes del equipo especial Sow y organismos especializados hasta de unidades para la protección ambiental.
En tanto que las autoridades dominicanas avanzan en la construcción de un espacio en la fortaleza Beller de Dajabón para albergar a nuevas tropas, adicional a las que ya están apostadas en el décimo batallón.