Santo Domingo.-Por sus aportes a la educación universitaria y su impulso a la ciencia y la tecnología durante su periodo de Gobierno, el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (MESCyT) reconoció ayer al expresidente de la República, Hipólito Mejía.
Y es que fue en su mandato, específicamente el 13 de agosto de 2001, que se logró la promulgación de la Ley 139-01 que creaba la Secretaría de Estado de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, ahora transformada en ministerio, y donde se definieron los deberes y responsabilidades de las instituciones que conforman el sistema de educación avanzada en el país.
El reconocimiento fue entregado por el titular del Mescyt, Franklin García Fermín, quien precisó la determinación y visión de Mejía durante su gestión, al resaltar que los avances en educación superior y tecnología se deben a la aprobación de la referida ley.
“Sin dudas, estamos reconociendo la vida y obra de un dominicano excepcional, quien, además de profesional agrícola destacado, ha sabido ser un hombre de familia, así como un trabajador laborioso, exitoso y preparado”, expresó García Fermín.
Al recibir el reconocimiento, Mejía dijo sentirse nostálgico, al tiempo que explicó que la creación de esta ley fue producto de la simbiosis del Congreso del República con el Poder Ejecutivo, donde se promovieron las leyes que en ese momento requería el país.
“Recibo este reconocimiento con la satisfacción de que, como hombre público, he puesto mi fe y he dado mi respaldo a la educación universitaria, y lo seguiré haciendo mientras vida tenga”, precisó.
Mejía mostró su preocupación por la gran producción de profesionales en determinadas áreas del saber, por lo que llamó a los diferentes sectores políticos del país para que, a través de una legislación, se promueva una reglamentación para que no se produzca una sobreabundancia de profesiones que no inciden en las áreas básicas para el desarrollo de la República Dominicana.
Instó a seguir trabajando incansablemente por la educación, recordando que esta constituye el cimiento para el desarrollo y la prosperidad de la nación, tanto en el presente como en el futuro.
